Hola, amig@s de albinusrol, hoy continuamos nuestra serie de entradas dedicadas a la Campaña del juego de rol DRAGON AGE, la cual he dirigido en el Club ARS LUDICA junto a mis compañeros Dani “Danpe”, Fede “Scarver”, Francisco “Telmo” y Alejandro. Me gustaría compartir con tod@s vosotr@s el resumen de cada sesión y mis técnicas e ideas que he utilizado para las partidas como director de juego.
Preparación y dirección de la sesión de Dragon Age el juego de rol
En primer lugar, si queréis saber más de este juego, os recuerdo que nuestro compañero Fede "Scarver" nos dejó dos reseñas en el blog: Dragon Age. Caja básica. Manual del jugador y Dragon Age. Caja básica. Manual del director del juego. Además, en albinusrol hemos jugado la partida La Maldición dalishana en youtube.Desarrollo del Túmulo Tevinteriano de Aristan el Grande
Mi intención en la sala del árbol, desde un primer momento, era mostrar la posibilidad de encontrar un lugar lleno de vida y que no fuera peligroso, como el resto de estancias del Túmulo Tevinteriano. Además, queria demostrar a los jugadores que sus acciones anteriores tenían peso en la historia y por eso las estatuas solo debían dar un escarmiento a Jarley y Burul cuyas acciones no eran realmente heróicas. Su intención era matar solo a uno de ellos y dejar al resto con 10 vidas como cura de humildad.No obstante, después de la partida, comprobé que el encuentro tenía ciertos problemas en cuanto a diseño. Las estatuas eran resistentes y tenían una gran cantidad de puntos de vida, pero es cierto que los conjuros de Jarley les hicieron mucho daño y el reto no fue tan temible como pensaba de inicio. Además, el acto de destruir el árbol por parte de Burul, fue una sorpresa y afectó a su compañera Euphraty que, si recordáis, ya dudó de Jarley y Rylan en el bosque de Brecilia y estuvo separada del grupo durante unas sesiones hasta que regresó. Tenía claro que el grupo tenia una brecha en sus objertivos, porque no todos sus miembros querían ser héroes. Unos preferían el oro, prestigio o simplemente ser el más fuerte y quizá lo ocurrido en la sala del árbol tendría consecuencias más adelante.
Cuando diseñé la sala, quise que los frutos del árbol curasen cierta cantidad de puntos de golpe a los jugadores, por si derrotaban a las estatuas y querían recuperarse tras el combate o incluso llevarse algunos frutos para consumirlos posteriormente. De todas formas, con la muerte del árbol, sólo Euphraty consiguió salvar uno de sus frutos que no sé realmente si lo consumirá o lo utilizará cuando abandone la mazmorra para plantar un nuevo árbol mágico en el bosque de Brecilia.
En cuanto a Aristan, creo que los héroes solo están interesados en los conocimientos que pueda tener en el Túmulo Tevinteriano, porque Telmo y Burul no fueron a ayudar al clon que luchaba con una de las estatuas y Jarley solo lanzó un hechizo para ralentizar al enemigo y que el clon demoniaco pudiese escapar de la sala en un momento dado. Lógicamente Efístemes actuará en consecuencia respecto a la interacciones del resto de los personajes con él.
Por último, en las próximas sesiones, los héroes seguirán recorriendo este complejo funerario, descubriendo el resto de las salas que componen la construcción y los obstáculos, peligros y tesoros que aún permanecen ocultos en las profundidades de la tierra.
Resumen de la sesión de nuestra campaña de Dragón Age el juego de rol
En esta nueva sesión, Burul comprendió que el árbol del centro era el núcleo de la magia que los retenía. Aprovechando que Telmo distraía a la estatua masculina, cargó contra el tronco y lo hirió con su espada. La savia brotó como sangre, y la luz del árbol se apagó. Las estatuas, furiosas, lo atacaron. Mientras tanto, Euphraty intentó descender desde la planta superior, pero la escalera estaba destruida. Telmo advirtió que la puerta sur se había abierto y el clon de Aristan escapó. Con gran esfuerzo, Burul partió el árbol en dos, sepultando a las estatuas bajo las ramas. Telmo y Jarley destruyeron a la figura masculina. La femenina, tras contemplar la caída del árbol, regresó a su pedestal. Antes de abandonar la sala, Euphraty recogió el último fruto del árbol en silencio.En medio del caos, Burul observó cómo Jarley quedaba atrapado dentro de la sala. Una sospecha apareció en su mente: el árbol. Aquel ejemplar irradiaba magia. Quizá era el origen del hechizo que los retenía.
Telmo mantenía ocupada a la estatua masculina, atrayendo su atención con golpes constantes. Aprovechando la distracción, Burul tensó los músculos, alzó su espada de dos manos y cargó con toda su fuerza hacia el tronco. Blandió la hoja en horizontal y el impacto retumbó por toda la sala.
El acero se hundió en la corteza con un crujido estrepitoso. La espada quedó atrapada, pero el daño estaba hecho: el árbol tembló, derramó savia como si sangrara, y su resplandor mágico comenzó a apagarse.
El qunari tiró del arma, dispuesto a golpear de nuevo, pero la estatua masculina reaccionó con furia. Se lanzó contra él y lo arrojó al suelo, descargando sus puños una y otra vez sobre su cuerpo.
La estatua femenina, al ver el atentado contra el árbol, giró bruscamente la cabeza y se unió a la ofensiva, movida por una furia silenciosa.
Euphraty llegó jadeando al borde de la sala superior, donde recordaba que una escalera descendía hasta la cámara del árbol. Pero al asomarse, su corazón se encogió: la escalera estaba destruida. Solo quedaban fragmentos de piedra colgando sobre el vacío. Para cruzar, habría que realizar un salto de fe y confiar en llegar al otro lado.
Mientras tanto, Telmo notó algo inesperado. Las estatuas, ahora centradas por completo en Burul, habían abandonado su vigilancia de la puerta sur. El portal se abrió sin aviso, revelando un pasillo oscuro. Un manojo de llaves colgaba aún de la cerradura.
—¡Por esa puerta, rápido! —gritó Telmo.
Pero solo el clon de Aristan, que sangraba por la nariz rota, obedeció. Cruzó el umbral y se encontró solo, rodeado por el eco del agua que corría desde las profundidades del barranco. Respiró con dificultad y miró hacia arriba.
Desde lo alto, Euphraty lo vio. Reconoció su figura. Sin dudar, giró sobre sus talones y emprendió el regreso. Tenía que volver por el mismo camino, y esta vez, no pensaba dejarlos atrás.
Con las estatuas concentradas en Burul, Telmo y Jarley aprovecharon el respiro. Rodearon al coloso masculino y arremetieron contra él. El mármol ya mostraba grietas profundas; cada golpe añadía una nueva fractura al cuerpo de la criatura.
Burul, malherido, se incorporó con un gruñido. Aprovechando el caos, agarró la empuñadura de su espada y la arrancó de la corteza con un tirón brutal. Apretó los dientes, alzó el arma y descargó toda su furia sobre el árbol. El segundo golpe partió el tronco con un chasquido sordo.
El árbol milenario, ahora sin vida, se desplomó. Las gigantescas ramas arrastraron al mercenario en su caída y sepultaron también a las dos estatuas, que quedaron atrapadas entre raíces retorcidas.
Telmo y Jarley, lograron apartarse justo a tiempo. Sin perder un instante, continuaron su ofensiva contra la estatua masculina, que luchaba por liberarse del abrazo del árbol, para atacar al qunari que había destruido lo único sagrado en aquel lugar.
Euphraty cruzó la puerta norte y se detuvo en seco. El árbol, antes lleno de vida y esplendor, yacía ahora en el suelo, derramando savia marchita sobre las losas. Una punzada de tristeza atravesó su pecho, un eco que solo un elfo podía sentir ante la muerte de algo tan antiguo.
Pero no hubo tiempo para lamentos. Los gritos de la batalla la sacudieron, devolviéndola al presente.
En el centro de la sala, Burul seguía en pie, pese a las heridas y el peso de su armadura. Su aliento era irregular, pero su mirada no se apartaba de las estatuas.
Telmo giró a su alrededor y, con un rugido, descargó un doble tajo con su hacha de batalla. La estatua masculina, ya agrietada, cayó de rodillas ante el impacto.
Jarley no esperó. Extendió el brazo y conjuró un nuevo puño pétreo. El proyectil mágico impactó de lleno en el pecho de la escultura y esta estalló en una lluvia de fragmentos grises que se desparramaron por la sala.
Al otro lado, la estatua femenina se detuvo. Observó el árbol derribado, contempló a sus enemigos y, como si la voluntad que la movía hubiera desaparecido, regresó en silencio a su pedestal. Adoptó de nuevo su postura original, inmóvil, como si jamás se hubiera movido.
Solo un fruto pudo recuperarse del árbol caído. Euphraty lo recogió con delicadeza, como si aún contuviera un vestigio de la vida que una vez brotó en aquella sala.
Sin cruzar palabra, los héroes se reagruparon y avanzaron hacia la puerta sur. Dejaron atrás un campo de batalla cubierto de escombros, raíces partidas y fragmentos de magia extinguida.
¿Tendrá consecuencias la destrucción del árbol mágico del túmulo?, ¿Se enfadará Euphraty con sus compañeros por la pérdida del árbol mágico?, ¿Se activará de nuevo la estatua femenina?… Estás y más preguntas deberán tener respuesta en futuras sesiones.
Espero que os guste nuestra campaña,
Un saludo a tod@s










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