Campaña de DRAGON AGE en el club ARS LUDICA. Sesión 30 La historia del demonio Efístemes.

Hola, amig@s de albinusrol, hoy continuamos nuestra serie de entradas dedicadas a la Campaña del juego de rol DRAGON AGE, la cual he dirigido en el Club ARS LUDICA junto a mis compañeros Dani “Danpe”, Fede “Scarver”, Francisco “Telmo” y Alejandro. Me gustaría compartir con tod@s vosotr@s el resumen de cada sesión y mis técnicas e ideas que he utilizado para las partidas como director de juego.


Preparación y dirección de la sesión de Dragon Age el juego de rol

En primer lugar, si queréis saber más de este juego, os recuerdo que nuestro compañero Fede "Scarver" nos dejó dos reseñas en el blog: Dragon Age. Caja básica. Manual del jugador y Dragon Age. Caja básica. Manual del director del juegoAdemás, en albinusrol hemos jugado la partida La Maldición dalishana en youtube.



Como bien sabéis, en la sesión 29, los héroes regresaron a la sala del espejo mágico y atravesaron su extraña superficie. Después descendieron hasta la sala de trofeos del comandante Aristan, donde había incluso cabezas disecadas de engendros tenebrosos. Finalmente, tuvieron que atravesar un pasillo lleno de trampas para llegar a un portón de bronce donde les aguardaba una asombrosa sorpresa.

Desarrollo del Túmulo Tevinteriano de Aristan el Grande

En esta sesión, los héroes descubren la creación de los clones por haber utilizado el espejo mágico que en realidad era un Portal de Clonación. Estas nuevas versiones de los personajes querrán eliminar a su alter ego para sustituirlo. Cada clon estará ataviado con las mismas vestimentas o similares y armado con armas análogas. Al cruzar en dos ocasiones la superficie mágica del espejo, habrá dos clones por personaje. 

Estas creaciones estarán en un dormitorio cubierto de viejos y mohosos tapices deteriorados por el paso del tiempo y la exuberante humedad del túmulo. En esta estancia también se encuentra el clon de Aristan que fue encerrado sin agua ni comida para que muriera de inanición, el cual ha sido poseído por Efístemes, un demonio del orgullo que atravesó el velo por la pequeña grieta del cristal de Nícalos, el cual fue utilizado para la creación de los guardianes del túmulo. Efístemes estuvo tiempo observando la agonía del clon de Aristan, el cual estaba embargado por la pena de todas las buenas obras que hubiera realizado en Ferelden. Cuando murió el demonio entró en su ser, pero aunque consiguió abrir la puerta después de forzarla, no pudo atravesar los campos de fuerza (Sala 11) y se quedó solo. Sobre el escritorio hay una enorme llave de metal que abre las verjas (Zona 13 y Zona 19). En esta sala habrá cualquier clon de los héroes que hayan interactuado con el espejo de la sala 9. (El espejo de esta sala hace de salida del espejo mágico de la otra sala).


El espejo de esta sala se activará si alguno de los personajes ataca a uno de los clones. Estos últimos no harán nada porque ya han sido advertidos por Aristan de que para eliminar a sus alter ego deben superar una prueba. El demonio se ofrecerá a ayudar a los que cruzaron el portal de clonación con el lingote de oro tevinteriano o quien lo entregue. Si alguno de los héroes decide quedarse con el tesoro, no recibirá ayuda por parte de Efístemes.


En las próximas sesiones seguiremos desgranando este complejo funerario con el resto de las salas que componen la construcción y los peligros que acechan a nuestro grupo de valerosos héroes.

Resumen de la sesión de nuestra campaña de Dragón Age el juego de rol

En esta nueva sesión, los héroes se encontraron frente a unos clones de ellos mismos que habían creado al atravesar el espejo mágico. Además, conocieron al clon del comandante Aristan que en realidad es un demonio del orgullo llamado Efístemes. El demonio asegura que los clones quieren eliminar a los originales para quedarse como única versión en este mundo y les propone pasar una serie de pruebas para seleccionar al vencedor de cada uno de los héroes. A continuación os dejo el resumen de esta sesión 30:

Burul permaneció en el umbral de la puerta, mirando fijamente a los ojos de los dos mercenarios qunari que bloqueaban el acceso a la estancia. Ambos tenían un parecido asombroso con él. El más alto de los dos mostraba en el rostro las cicatrices rituales características de los fieles seguidores del Qun, la religión adoptada por muchos miembros de su raza. El otro mercenario, en cambio, tenía un cuerno partido y llevaba un vistoso parche anaranjado sobre uno de sus ojos. Sus rostros implacables revelaban un profundo desprecio por Burul, y sus manos se acercaron a las empuñaduras de sus armas. Sin embargo, ambos retrocedieron al escuchar una voz grave proveniente del interior del dormitorio, que invitaba a los héroes a entrar en la estancia.

Al cruzar el umbral, se encontraron en un dormitorio cubierto de viejos y mohosos tapices, deteriorados por el paso del tiempo y la humedad del túmulo. El mobiliario consistía en una cama con dosel, un espejo de pie con marco chapado en oro, un escritorio con su silla, una cómoda, un armario alto y una alfombra de oso colocada sobre un asiento acolchado con un diván a juego.


Un hombre de rasgos angulosos, vestido con ropajes de una época pasada, era el extraño anfitrión de los invitados. Aparentaba menos de treinta años, tenía el cabello negro como plumas de cuervo y una nariz pequeña sobre unos labios finos. Sin embargo, eran sus ojos, rojizos como ascuas, los que le conferían un aspecto siniestro.


Junto al anfitrión, además de los dos mercenarios qunari, había dos hechiceros que eran físicamente idénticos a Jarley. Uno vestía una túnica roja, la cual solo los magos especializados en magia de fuego podían llevar con la autorización del Círculo, mientras que el otro vestía ropas humildes de campesino, aunque una sonrisa permanente iluminaba su rostro.

Dos elfas dalishanas estaban sentadas sobre la cama. Los labios de una de ellas se curvaron en una sonrisa al ver entrar a los héroes. Apenas cubría su cuerpo con unas tiras de tela y no dudó en guiñarle un ojo tanto a Jarley como a Telmo. La otra elfa, cubierta de tatuajes tribales, ocultaba su rostro bajo una pesada capucha de exploradora.

Junto al escritorio se encontraba un sacerdote que tenía un parecido extraordinario con Telmo. Vestía una túnica blanca y portaba un libro del Cantar de la Luz. A su lado, tumbado en el suelo, yacía otro hombre de Ferelden, con el cabello revuelto y escasos dientes, que temblaba como si estuviese helado de frío.


El anfitrión dijo que era el clon de Aristan, quien fue encerrado sin agua ni comida para morir de inanición en ese mismo cuarto. Todos se sorprendieron al escuchar que, en realidad, se trataba de un demonio del orgullo llamado Efístemes, que había atravesado el Velo por una pequeña grieta en el cristal de Nícalos, el cual fue utilizado con el objetivo de crear a los guardianes del túmulo.

El demonio observó durante mucho tiempo la agonía del humano, quien sufría profundamente al pensar en todas las buenas obras que podría haber realizado en Ferelden si hubiera tenido la oportunidad. Con el paso del tiempo, mientras investigaba los recuerdos del clon, el demonio descubrió la vida del verdadero Aristan, quien resultó ser una persona extremadamente cruel. Sin embargo, el cuerpo del clon empezó a deteriorarse rápidamente debido a una aflicción que compartía con el original. El demonio tuvo que gastar gran parte de su poder para eliminar ese mal e impedir que el cuerpo se deteriorase con el tiempo.


Han pasado muchos años desde entonces, y Efístemes confesó a los presentes que solo deseaba disfrutar de la libertad. Influenciado por los recuerdos positivos del clon de Aristan, ahora anhelaba vivir en la naturaleza como un ermitaño y ayudar a los demás en la medida de lo posible.

Después de presentarse, el demonio comentó a los héroes que el uso del espejo mágico tenía consecuencias y, desafortunadamente para ellos, habían creado dos clones de cada uno. La misión de estos seres era eliminar al resto de sus iguales para permanecer como los cuerpos originales en esta dimensión. Aristan les explicó que debían realizar una prueba con el objetivo de ver quién sería elegido para continuar viviendo en este mundo.


Burul, sin comprender del todo las explicaciones de Efístemes, se abalanzó sobre los otros mercenarios qunari. Con un preciso movimiento de su espada, hirió al seguidor del Qun, pero en ese momento, la superficie cristalina se activó convirtiéndose en un remolino que empezó a absorber rápidamente a los qunari.

Los mercenarios intentaron sujetarse con fuerza a los muebles del dormitorio, pero el seguidor del Qun herido pronto cedió y fue desintegrado por el poder del espejo, entre gritos de dolor. El otro qunari consiguió agarrarse firmemente a la cama de Aristan, y cuando Burul fue a atacarlo, logró empujarlo de una patada, lanzándolo contra el remolino.

Euphraty quería intervenir para ayudar a su amigo, pero sospechaba que si atacaba a otro clon podría ser absorbida. Al ver por el rabillo del ojo que el Jarley vestido de campesino intentaba realizar un conjuro de puño pétreo, le advirtió que no golpeara directamente al mercenario. El joven mago desvió el impacto hacia una pesada silla, que empujó al qunari y lo lanzó contra la pared del fondo.


Por suerte, el espejo se detuvo y todos los presentes se quedaron en sus lugares, esperando las explicaciones del clon. El demonio se ofreció a ayudar a los héroes, quienes habían entregado el oro maldito que encontraron en las tumbas de los guardianes. Jarley, que no se sentía seguro para enfrentarse a dos magos, lanzó su lingote al espejo, el cual fue absorbido. Sin embargo, Telmo se negó a entregar su oro, desconfiando del demonio que había poseído al clon de Aristan.


Según Efístemes, los contendientes debían entrar en el espejo, y solo una copia regresaría, ya fuera el original o no. El clon de Aristan estaría en la prueba e intentaría ayudar a los héroes que habían entregado el oro maldito. En primer lugar, los mercenarios se adelantaron y se acercaron al espejo, que empezó a fluctuar una vez más. El qunari del cuerno roto avanzó primero, cruzando el umbral, seguido de Burul y Efístemes…

¿Ayudará realmente el demonio Efístemes a los héroes?, ¿será capaz Burul de derrotar al enorme mercenario medio astado?, ¿por qué razón el comandante Aristan creo un clon suyo y luego lo dejó morir? Estás y más preguntas deberán tener respuesta en futuras sesiones.

Espero que os guste nuestra campaña,

Un saludo a tod@s

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