Campaña de DRAGON AGE en el club ARS LUDICA. Sesión 22 El peligroso espectro de ceniza

Hola amig@s de albinusrol, hoy continuamos nuestra serie de entradas dedicadas a la Campaña del juego de rol DRAGON AGE, que estoy dirigiendo en el Club ARS LUDICA junto a mis amigos Dani "Danpe", Fede "Scarver", Francisco "Telmo" y Alejandro, donde quiero compartir con tod@s vosotr@s el resumen de cada sesión y mis técnicas e ideas que estoy utilizando para las partidas como director de juego.



 Preparación y dirección de la sesión

En primer lugar, sí queréis saber más de este juego, os recuerdo que nuestro compañero Fede "Scarver" nos dejó dos reseñas en el blog: Dragon Age. Caja básica. Manual del jugador y Dragon Age. Caja básica. Manual del director del juegoAdemás en albinusrol hemos jugado la partida La Maldición dalishana en youtube.



Como bien sabéis, la sesión 21 finalizó con la aparición de unos perros demoniacos durante la noche, que atacaron a varios aldeanos del pueblo. Burul y el Inquisidor Ezequiel tuvieron que enfrentarse a dos de estos demonios en la plaza del ayuntamiento, para salvar a la Hermana Arya, que se encontraba junto a la puerta de la destartalada capilla de Cyllian. Mientras Jarley, que descansaba en la posada decidido a proteger a su familia, no abrió el portón del establecimiento para dejar pasar a Pascal, un parroquiano que huía de uno de los perros endemoniados. Finalmente el hombre suplicó por su vida, a la vez que golpeaba con fuerza la puerta para que abriesen y los gritos de dolor poco a poco se apagaron junto al portón de los Mullin. 

Nuevos objetivos y misiones para desarrollar la campaña

En esta sesión quería que los héroes se uniesen para derrotar a un peligroso enemigo: Un espectro de ceniza. Las acciones del mago Jarley en las últimas sesiones habían tensado mucho la cuerda del grupo; el incendio provocado en el bosque de Brecilia, la alianza con el malvado Cola Negra y no haber auxiliado a Pascal durante el ataque de los perros demoniacos, son hechos que podrían crear tensiones entre los personajes jugadores. 


Además como os comenté en la última sesión, mi intención en las próximas partidas será que Burul poco a poco vaya formando parte del grupo de héroes, a pesar de seguir trabajando para el Inquisidor Ezequiel Roglic. Así que tendrán que participar en el mismo bando de los héroes, para ir forjando lazos de compañerismo. En cuanto al monstruo me decanté por un espectro de ceniza por su inmunidad a los ataques normales. Los jugadores tendrán que estrujarse el cerebro para derrotar al espectro, aunque si veo que pueden estancarse, el Inquisidor Ezequiel Roglic tendrá un arma mágica de acero veridio lista para ayudar a los héroes durante el combate.

A pesar del ataque demoniaco, aún quedan arcos pendientes que debo desarrollar; el final del dragón de la Ermita Abandonada, el arco del Inquisidor Ezequiel, la misión encomendada por Flemeth a Euphraty..., y por supuesto los acontecimientos previos al primer videojuego Dragon Age Origins con la aparición de los engendros tenebrosos en Ferelden. Además el personaje de Jarley tiene sus propias intenciones y seguro que generará nuevos arcos argumentales a la campaña.


Por último, esperaré a las decisiones que tomen los personajes jugadores tras el ataque demoniaco en Cyllian y las consecuencias del mismo, antes de empezar a explorar Ferelden, para realizar las misiones que tienen pendientes. Con el final del espectro de ceniza se cierra el arco argumental de la joven Freya, que murió durante la misión en Logerswold a manos de Waldric, el líder de los asesinos de la Mano Sangrienta.

Resumen de la sesión

En esta nueva sesión los héroes acabaron con los perros demoniacos que estaban devorando a muchos de los habitantes de Cyllian. Además se enfrentaron el la Torre de la Colina a un poderoso espectro de ceniza, que era inmune a las armas normales y sólo gracias a la magia de Jarley, que hechizó sus armas y a la espada mágica del inquisidor Ezequiel, pudieron destruir al peligroso espectro del velo.
 A continuación os dejo el resumen de esta sesión 22:

En la antigua casa de Rylan, que ahora pertenecía a los elfos dalishanos, se entremezclaban los ronquidos nasales del viejo Lindel con el sonido de los amantes Eyra y Telmo, que disfrutaban de su mutua compañía cómo había ocurrido en las últimas noches. Sin embargo Euphraty, ajena al ruido de la casa, descansaba gracias a un trance místico aprendido desde niña en las profundidades del bosque de Brecilia. 

De repente, un aullido gutural y los gritos desgarradores de varios vecinos eclipsaron el resto de sonidos en la vivienda. Euphraty salió de forma súbita del trance y en pocos segundos llevaba puesta la hoja oculta en su antebrazo junto a su armadura de cuero pesada. Se asomó a la ventana vio a un perro de gran tamaño y ojos rojos fulgurantes destrozar al perro pastor de un ganadero, mientras otro de aquellos perros monstruosos perseguía al antiguo vecino rival de Rylan, que sangraba abundantemente por un brazo y que corría torpemente hacia su puerta. La elfa dalishana abrió y consiguió meter al pobre hombre, después de clavar su hoja oculta en repetidas ocasiones sobre el rostro del perro demoniaco, que estaba destrozando el tobillo del parroquiano entre sus poderosas mandíbulas. El perro cargó violentamente contra la puerta y cuando las bisagras estaban cediendo ante su empuje, apareció Telmo y con la mesa del comedor, retuvo la puerta y a la bestia, que no consiguió acceder a la casa.


Mientras Lindel y Eyra se encargaban de taponar como podían las heridas del vecino, ensordecidos por sus gritos de dolor, Euphraty subió al tejado para tener una visión más perimetral del pueblo. Desde su posición privilegiada observó a un segundo perro que había entrado en la casa de otros labriegos, los cuales estaban siendo devorados sin remedio a pesar de su fútil resistencia. Además otro perro endemoniado estaba en mitad de la calle buscando nuevas presas. 

La elfa dalishana preparó su arco y con tres certeros disparos acabó con el perro que había en mitad de la calle. Al girarse para bajar de nuevo a la planta baja, pudo ver que la Torre de la Colina, donde vivía Sirio el padre de Freya, estaba envuelta en un torbellino de llamas que se elevaba de forma extraña hacia el cielo. La visión era terrorífica e impresionante, pero debía centrarse en otros objetivos más inminentes. Bajó rápidamente hasta la puerta principal, para avisar a Telmo, que ya tenía su poderosa hacha en la mano. El hombre de Ferelden quitó la mesa y dejó entrar al enorme perro de fulgurantes ojos rojos. El animal destrozó la puerta y se encontró de lleno con la enorme hacha que blandía Telmo y que prácticamente le partió por la mitad, así que Euphraty solo tuvo que disparar una flecha entre los ojos de la bestia para acabar con su vida.


Unas calles más abajo, en la posada del Espíritu Ceñudo, todo era silencio y el joven mago Jarley, junto a su perro mabari Cola Negra, se aventuró a salir para ayudar a sus compañeros. Según abrió el enorme portón, tropezó con el sanguinolento cadáver de Pascal, que cayó a plomo en el recibidor. Sin mirarle, pasó sobre su espalda y se dirigió calle arriba en busca de sus amigos. 

Al llegar cerca de la torre del alguacil, observó que el veterano Tarl Dale y su ayudante Mano Maza estaban siendo atacados por dos perros endemoniados. Utilizando su poder interior intentó congelar sin éxito al primer perro, pero por suerte Cola Negra cargó contra la bestia y clavó sus poderosos dientes en la garganta de su rival canino. Jarley, viendo que el alguacil Tarl comenzaba a cansarse y el otro perro endemoniado podría ganar ventaja, le golpeó en las costillas con su hechizo "puño pétreo", dejando malherida a la bestia. Finalmente entre los cuatro consiguieron matar a los dos perros de fulgurantes ojos rojos y tanto Jarley como Cola Negra, decidieron ir a la antigua casa de Rylan para ver si Euphraty y el resto de héroes necesitaban su ayuda.


Cuando Jarley y Cola Negra llegaron a la casa de Rylan vieron salir a Telmo a enfrentarse a una de esas bestias demoniacas en mitad de la calle. El enorme perro saltó sobre el hombre de Ferelden y le clavó sus dientes en el hombro, que comenzó a sangrar abundantemente. Telmo le golpeó con el hacha, pero no con la suficiente fuerza para matarlo. Entonces, Cola Negra intervino y mordió al perro endemoniado por detrás, mientras Euphraty atacó lateralmente su costado con la hoja oculta y entre los dos dejaron malherido al demonio. Sin embargo, Telmo que se había percatado de la llegada de Cola Negra y como venganza a su traición en el bosque de Brecilia con el Dragón, asestó un poderoso hachazo en el mabari, que salió volando varios metros y quedó tumbado en mitad de la calle. Jarley fue rápidamente a socorrer a su amigo Cola Negra con un hechizo de curación preparado. Segundos después el último perro endemoniado cerró sus rojizos ojos para siempre.

Los héroes se reunieron en la plaza con el Inquisidor Ezequiel y el mercenario qunari Burul. Entre todos decidieron marchar hasta la Torre de la Colina, donde habían visto la extraña espiral de fuego y realmente creían que podría haber sido el origen de esta catástrofe. Eyra y Cola Negra, el cual estaba enfadado con Telmo, decidieron quedarse en la maltrecha capilla para ayudar a la Hermana Arya y atender a los heridos que hubiera por la zona. El resto avanzó hasta la torre de la colina y nada más llegar vieron a dos enormes perros endemoniados y a un extraño ser cubierto de cenizas y pequeñas llamas, que arrastraba en una de sus garras el cuerpo sin vida de Frek, la valerosa ayudante del alguacil. Jarley recordó que los polvorientos tomos de la Torre del Círculo, hablaban de criaturas que atravesaban el velo y traían consigo la muerte allí donde apareciesen.


Euphraty no dudo ni un instante y se puso a atacar a las bestias con su daga junto a su amigo Telmo que portaba su hacha, mientras Ezequiel ordenaba a Burul que acabará con el extraño espectro, que había en las calcinadas ruinas de la Torre de la Colina. Euphraty luchó ferozmente, pero estaba herida y empezó a agotarse poco a poco. Por suerte, Telmo estaba en racha y golpeaba con su hacha, a los perros endemoniados que gruñían y lanzaban dentelladas a los héroes.

Burul cargó contra el espectro y le atravesó fácilmente con su mandoble, pero por desgracia para él, aquel extraño ser se materializó a su espalda y lanzó un ataque con su garra etérea, que atravesó la armadura del mercenario y le causó gran dolor. Jarley, para ayudar al qunari, ralentizó a la criatura con su hechizo “brazo invernal”, para justo después buscar cobertura detrás del Inquisidor que daba órdenes a su mercenario.


Telmo y Euphraty acabaron con los dos enormes perros demoniacos y se dispusieron a ayudar al desconcertado Burul, que no causaba daño en aquel extraño espectro. Además de sus penetrantes garras, aquel ser podía estallar en llamas y hacer daño a todo el que estaba a su alrededor, quemando tanto el suelo como a los cansados héroes. Jarley, desde la lejanía, utilizó un hechizo para dar un aura de frío a las armas de sus amigos, que empezaron a hacer daño al espectro poco a poco. La verdad, es que la contienda estaba igualada, cuando Ezequiel Roglic se acercó a Burul y le ofreció su espada mágica fabricada con acero veridio. En ese instante, el espectro de ceniza contratacó con un nuevo estallido, que dejó a Euphraty malherida en el suelo y al resto de héroes muy tocados. Burul se abalanzó contra el espectro, pero falló estrepitosamente, causando el enfado y una profunda decepción en el Inquisidor. Por suerte el espectro, que buscaba matar a Jarley, estaba muy debilitado por los helados ataques de Euphraty y Telmo para volver a estallar, así que luchó con sus garras frente a Burul, qué en un perfecto movimiento clavó la espada mágica en su cuerpo, el cual se deshizo en un montón de polvo y ceniza.

Ezequiel, tras recoger su espada, sin cruzar palabra con el qunari herido, se marchó con el mercenario hacia el ayuntamiento sin despedirse de los héroes. Euphraty escupió un esputo de sangre junto a la bota del inquisidor cuando pasó junto a ella, porque no había ayudado a los héroes durante la refriega. Jarley utilizó sus hechizos de curación para cerrar las heridas de sus compañeros y Telmo inspeccionó los restos de la torre, encontrando algunos frascos de ingredientes, un viejo diario y algunos papeles, que guardó en un saco para estudiarlos con más detenimiento a la luz del día. Por último, recogieron el cadáver de la enana y se marcharon hasta la capilla, donde lo dejaron para que la Hermana Arya le diera el último adiós con el cantar de Andraste, antes de marcharse agotados a sus respectivas camas...


¿Pondrá en peligro la amistad de Jarley con Cola negra la cohesión del grupo de héroes?, ¿Por qué Ezequiel no ayudó a los héroes durante el combate contra el espectro?, ¿Cuáles serán las consecuencias de este ataque demoniaco en el pueblo de Cyllian?... Estás y más preguntas deberán tener respuesta en futuras sesiones.

Espero que os guste nuestra campaña,

Un saludo a tod@s

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