Campaña de DRAGON AGE en el club ARS LUDICA. Sesión 26 El primer guardián del túmulo tevinteriano

Hola amig@s de albinusrol, hoy continuamos nuestra serie de entradas dedicadas a la Campaña del juego de rol DRAGON AGE, que estoy dirigiendo en el Club ARS LUDICA junto a mis amigos Dani "Danpe", Fede "Scarver", Francisco "Telmo" y Alejandro, donde quiero compartir con tod@s vosotr@s el resumen de cada sesión y mis técnicas e ideas que estoy utilizando para las partidas como director de juego.



 Preparación y dirección de la sesión

En primer lugar, sí queréis saber más de este juego, os recuerdo que nuestro compañero Fede "Scarver" nos dejó dos reseñas en el blog: Dragon Age. Caja básica. Manual del jugador y Dragon Age. Caja básica. Manual del director del juegoAdemás, en albinusrol hemos jugado la partida La Maldición dalishana en youtube.



Como bien sabéis, la sesión 25 finalizó con la marcha de los héroes y los elfos de Cyllian para evitar futuras represalias del Inquisidor Ezequiel, tras el robo de su libro mágico por parte de la efla de ciudad Elora y el enfrentamiento de Jason contra Euphraty y Telmo. Aunque Jarley, para evitar males mayores a sus amigos y los habitantes de Cyllian, decidió junto a Burul devolver el grimorio a Ezequiel, sabía que el Inquisidor había perdido la confianza en el grupo de héroes. En consecuencia, la mejor opción era abandonar el pueblo e iniciar las misiones que tenían pendientes.

Nuevos objetivos y misiones para desarrollar la campaña

En esta sesión, los héroes comenzarán a explorar el dungeon que he preparado como un túmulo tevinteriano. Decidí usar un mapa del suplemento de Alameda para los clásicos de la Marca del Este y he intentado que todas las estancias tengan información sobre el antiguo imperio de Tevinter. Con el objetivo de proporcionar diversidad al túmulo, he incluido trampas, encuentros sociales, artefactos extraños y algunas armas mágicas que podrán utilizar con los monstruos de las diferentes estancias. 


Tras la última sesión, el grupo de héroes y acompañantes era excesivamente grande para que todos pudieran entrar en el dungeon. Por eso decidí separar al grupo y que los elfos avanzaran hasta el pueblo de Lothering para encontrarse con el resto del grupo cuando acabaran de explorar la tumba. Mi propósito era dar a los jugadores la impresión de que sus personajes están en peligro debido a que desconocen la reacción del Inquisidor y deben internarse en el túmulo para buscar las armas mágicas que necesitan para poder enfrentarse a Ezequiel y sus hombres. Por otra parte, incluí el personaje del pastor Braim para que tuvieran una referencia de lo que sucedía en el exterior del camino imperial. 

Como se mencionó en la sesión anterior, durante la exploración del túmulo tevinteriano los personajes jugadores conocerán parte de la historia del Comandante Aristan el Grande, quien consiguió salvar Orlais y Ferelden de los engendros tenebrosos. A pesar de que es un personaje inventado para esta campaña, me gustaría que fuera creíble dentro de la ambientación de Dragón Age. Mi objetivo es establecer una conexión entre la historia de Aristan y la ruina de los tenebrosos engendros que se avecina. 


He incluido en la primera habitación a un oso grande que quiere usar la construcción recién salida de la tierra como su hogar para hibernar durante el invierno. El animal se ha comido a un par de pastores curiosos que han entrado en el túmulo para buscar tesoros y cuando llegan los héroes quiere defender su nuevo hogar. En la siguiente estancia descubrirán la estatua de Aristan el Grande y así podrán conocer más datos sobre este importante comandante y del Imperio de Tevinter. 

Resumen de la sesión

En esta nueva sesión los héroes encontraron la entrada al túmulo tevinteriano que perteneció al comandante Aristan el Grande, que consiguió salvar Orlais y Ferelden de los engendros tenebrosos. En la primera estancia tuvieron que derrotar a un enorme oso pardo que tenía la intención de utilizar el túmulo para hibernar en el próximo invierno y tras cruzar una pesada puerta de bronce, Jarley notó una chispa mágica que se desplazaba por todo el túmulo, activando las defensas de la cripta. A continuación os dejo el resumen de esta sesión 26:

Las exploradoras elfas, Euphraty y Eyra, se adelantaron para explorar los alrededores. El resto forzó el paso por el camino imperial con el objetivo de distanciarse de Cyllian cuanto antes. A media mañana decidieron detenerse para tomar el almuerzo y, a lo lejos, aparecieron unas figuras que avanzaban en su dirección desde el sur. Telmo le pidió a Elora que se ocultara, mientras el resto del grupo esperó a que los alcanzaran.

Resultó que eran unos pobres y hambrientos chasind que habían abandonado sus tierras, debido a la aparición de los engendros tenebrosos, y se dirigían al pueblo de Lothering. Sus vestimentas compuestas por unos calzones largos, camisa y abrigo estaban fabricadas con pieles de oveja, cabra y lobo. Telmo compartió con ellos su comida y decidió que los elfos se unieran al grupo de chasind, porque los héroes buscaban el túmulo tevinteriano que les había dicho el pícaro Jason el día anterior y sería peligroso si los acompañaban.


Una hora después, Euphraty halló un terraplén junto al sendero y descubrió la entrada a una construcción enterrada de forma parcial en el suelo. Allí encontraron a Braim un pastor vestido con un chaleco de lana rojo y unos pantalones oscuros. El hombre aguardaba acompañado de su burro, que transportaba dos fardos llenos de bellotas, a que su amigo Damián abandonara el túmulo con algún tesoro entre sus manos.

El grupo de elfos y chasind continuaron su camino hacía Lothering, mientras los héroes planeaban cómo entrar en la tumba. Finalmente, Euphraty cruzó el umbral de las desvencijadas puertas, con la luz tenue de su piedra brillante, y encontró los restos de dos labriegos y un enorme oso pardo, que se había dado un festín con sus cuerpos y parecía tener la intención de utilizar el túmulo para hibernar en el próximo invierno.


La exploradora regresó muy despacio con la intención de evitar que el oso la detectara e informó tanto a los héroes como a Braim de la situación en el interior. Telmo pidió al anciano que avisara a los viajeros del camino imperial sobre el peligroso animal, para evitar más muertes innecesarias, mientras los héroes exploraban el misterioso túmulo tevinteriano que había surgido de la tierra junto al camino.

Cuando los héroes estaban dispuestos a entrar en el Túmulo y enfrentarse al enorme oso, que parecía tener la intención de pasar todo el invierno en esta nueva construcción salida de las profundidades de la tierra, el viejo Braim decidió contarles la fábula de "guisantito", un pequeño niño que se perdió en un oscuro bosque cuando iba con su padre a trabajar. Gracias a dejar un pequeño guisante cada cierto tiempo, encontró el camino de regreso a casa.


Burul y Telmo no prestaban mucha atención al anciano y seguían observando las enormes puertas de piedra desvencijadas que llevaban al interior de la tumba. Euphraty no recordaba esa fábula y Jarley estaba convencido de que la historia era mentira.

Después de terminar su relato, Braim les ofreció por 40 monedas de plata sus dos sacos de bellotas y, como bien hizo “guisantito” en la fábula, podrían dejar alguna de vez en cuando para encontrar el camino de regreso. Los héroes le brindaron la oportunidad de ir con ellos y, de esta forma, transportar en su burro los pesados fardos llenos de bellotas. Braim rechazó la invitación con una sonrisa nerviosa en su rostro y les deseó mucha suerte, antes de dirigirse hacia el camino imperial.


Burul fue el primero en entrar en el vestíbulo, que contaba con varias columnas de origen tevinteriano chapadas en bronce y un suelo de mármol pulido desquebrajado. Telmo lo seguía de cerca con la enorme hacha de doble hoja en sus manos, mientras Euphraty y Jarley se encontraban junto a las pesadas puertas de la entrada. El mercenario qunari portaba una lanza en sus poderosas manos y, gracias a un conjuro de luz de Jarley, pudo observar cómo la enorme bestia se levantaba y amenazaba al grupo con un gruñido.


Al avanzar un poco más por la estancia, el oso se arrojó a la carga y recibió un fuerte lanzazo por parte del qunari, que atravesó su gruesa piel. Euphraty disparó varias flechas a la bestia desde la distancia y Jarley utilizó su puño pétreo para desequilibrar la carrera del oso pardo. Telmo, con mucha precisión, logró herir a la bestia con su enorme hacha de batalla. El oso intentó atravesar la armadura de Burul con sus garras, pero no lo consiguió y apenas dejó unos pequeños rasguños en la piel del qunari, antes de morir desangrado por las heridas causadas por los héroes.

Tras el enfrentamiento, Burul empezó a despedazar de forma brutal el cadáver del animal con el objetivo de quitarle una de sus uñas como trofeo. Finalmente, tuvo que meter una garra entera en un saco para que un profesional pudiera extraer la uña sin dañarla.

Los héroes avanzaron hasta una imponente puerta de bronce que exhibía un dragón esculpido con gran detalle y, según Jarley, se trataba de una metáfora del Archidemonio de una antigua Ruina. La puerta estaba desvencijada y Burul tuvo que empujarla con todas sus fuerzas, produciendo un estridente ruido para abrirla y poder pasar.


Debido a la luz de Jarley y las piedras mágicas que llevaban tanto Telmo como Euphraty, los héroes se encontraron de frente con la estatua de un comandante de Tevinter tallada en bronce y cubierta de polvo, pero bien conservada. El mago pudo leer la placa en tevinteriano que decía “Aquí yace el Comandante Aristan el Grande, que consiguió salvar Orlais y Ferelden de los engendros tenebrosos, para la gloria del Imperio”.

En los pies de la estatua encontraron una vasija de alabastro rota en cinco pedazos, que debía contener algún tipo de líquido untoso que manchó las botas del comandante. A su lado se encontraba un manojo de llaves oxidadas cubiertas de polvo que Burul recogió y ajustó a su cinturón.


Al final del pasillo hallaron una antigua estancia que se había derrumbado hace tiempo y vieron, entre los cascotes, varias armaduras herrumbrosas de bronce desperdigadas por el suelo de la sala.


Cuando los héroes se acercaron, el joven mago notó una chispa mágica que se desplazó a gran velocidad por todo el túmulo. Tuvo la sensación de que su presencia había activado las defensas de la cripta. De pronto, tres esqueletos tevinterianos se alzaron con unas lanzas oxidadas para enfrentarse a los héroes.


Jarley indicó que se trataba de guardias, debido sus características armaduras y las aljabas que portaban en sus espaldas. Burul, con su espada de dos manos, atravesó uno de ellos, mientras Telmo y Euphraty, con la ayuda del joven mago, despacharon al resto con facilidad...

¿Perseguirá Jason a los héroes hasta el túmulo por orden del Inquisidor?, ¿Avisará Braim a los viajeros para que no se adentren en la cripta?, ¿Qué peligros acecharán a los héroes en el Túmulo Tevinteriano?... Estás y más preguntas deberán tener respuesta en futuras sesiones.

Espero que os guste nuestra campaña,

Un saludo a tod@s

Publicar un comentario

0 Comentarios