AVENTURA de inicio de PATHFINDER 2 Beginner Box, con los amigos del CLUB ARS LÚDICA. Sesión 06: Zolgran el líder de los kobolds

Hola amig@s de albinusrol, hoy continuamos nuestra serie de entradas dedicadas a la aventura de la caja de inicio del juego de rol PATHFINDER 2, que he podido disfrutar en línea, junto a mis compañeros del CLUB ARS LÚDICA; Paco "Telmo", Miguel, Alberto y Diego. Me gustaría compartir con tod@s vosotr@s el resumen de cada sesión de esta aventura: MENACE UNDER OTARI (Amenaza bajo Otari).



En nuestro CLUB ARS LÚDICA se ha jugado durante años a Pathfinder y hemos disfrutado de míticas sendas de aventuras como: El auge de los señores de las runasForjador de Reyes o La Calavera de la Serpiente. Así que cuando nuestro compañero Diego se ofreció a dirigir en línea la Aventura de la caja de inicio Menace under Otari, no dudé en apuntarme.

Pathfinder está ambientado en Golarion, un mundo de fantasía épica que ofrece todo tipo de culturas y paisajes. En un pasado remoto, un gran cataclismo conocido como La Gran Caída estuvo a punto de destruir la vida en el planeta y cambió por completo su geografía, hundiendo continentes y formando nuevos mares a la vez que destruía todas sus civilizaciones. El mundo tardó siglos en reconstruirse y aún más tiempo antes de que la sociedad se recuperara.


Si queréis más información sobre el juego, no dudéis en pasaros por la página de DEVIR, que ha sido la editorial encargada de traducirlo al castellano.


El CLUB ARS LÚDICA se enorgullece de presentaros la aventura: 

JUEGO DE ROL

PATHFINDER 2

AVENTURA

Menace Under Otari

DIRIGIDA POR: 

Diego

 PROTAGONIZADA POR:

Kyra 
Paco "Telmo"

Merisiel
Miguel

Ezren
Alberto

Valeros
Julio "Albinus"


Resumen de la sesión

Los héroes accedieron a una enorme caverna natural, donde un abismo profundo en el suelo dominaba la estancia. En el extremo más lejano, una escalinata de piedra, custodiada por dos exploradores kobold, ascendía hasta una plataforma. En la cornisa se encontraba un kobold de estatura imponente, sentado sobre un trono ornamentado. Una corona de espinas adornaba su escamosa cabeza verde. Desde su posición elevada, el líder Zolgran observó cómo los héroes invadían sus dominios.


—¡Destruid a los intrusos! —rugió, dirigiéndose a los dos exploradores que flanqueaban las escaleras.

Kyra se aproximó a Valeros y, con una plegaria a su deidad, encantó su espada que comenzó a brillar con un tono azulado. El guerrero avanzó por la cámara natural, guiado por el resplandor de su hoja, eludiendo el abismo del pozo y descargando su acero en el hombro de uno de los exploradores.


Zolgran se levantó del trono y, señalando a Valeros con la punta de su hacha, invocó las sombrías energías de su oscuro dios. El guerrero experimentó un ataque de pánico y retrocedió con un temor irracional en sus ojos. Ezren, quien se había percatado de la acción del líder de los kobolds, susurró unas palabras incomprensibles y tres virotes mágicos salieron disparados desde las puntas de sus dedos, impactando en el pecho de Zolgran, quien perdió su concentración.


Merisiel, aprovechó la cobertura de las sombras para apuñalar por la espalda a uno de los desprevenidos kobolds y, tras extraer su hoja cubierta de sangre, arrojó el cuchillo al cuello del segundo guardia, que se enfrentaba a Valeros. Ambos kobolds cayeron muertos al instante.

Kyra avanzó con determinación por toda la sala y ascendió por la escalera en busca de Zolgran, seguida por Valeros, quien había recuperado el valor perdido. Con un movimiento preciso de su cimitarra, la clériga infligió un profundo corte en el pecho del kobold. Zolgran, malherido, intentó conjurar de nuevo a las sombras. No obstante, la espada de Valeros lo atravesó el pecho y su cuerpo sin vida se desplomó a los pies del trono.

La cornisa en la que se ubicaba el trono también servía de cama a Zolgran, con un montón de paja apilada en un rincón. Ezren examinó el trono y dedujo que los kobolds lo habían transportado desde la sala de audiencias en el piso superior. Al revisar los cuerpos de sus enemigos caídos, junto con sus armas y armaduras desgastadas por el tiempo, encontraron una llave de hierro atada con una cuerda al cinturón de Zolgran.


Merisiel descubrió un cofre de hierro oxidado al lado del montón de paja, sobre el cual descansaba una cáscara de huevo grande y rota de casi un metro de alto. Los restos presentaban un tono marfil en el exterior y un matiz verdoso con extrañas venas que atravesaban su interior. Además, en la cara interna, se apreciaban marcas de garras más grandes que las de los kobolds.


La pícara elfa comprobó de manera meticulosa que el cofre metálico no tenía trampas, antes de abrirlo con la llave de hierro de Zolgran. En su interior se hallaban los tesoros que los kobolds habían encontrado durante la exploración de los subterráneos del pueblo de Otari; un brazalete de plata con el grabado de un pez valorado en 5 piezas de oro, un mapa ajado que muestra una mazmorra de aspecto extraño, una humeante espada con el rostro de un enano en su empuñadura, una varita de manera nudosa, dos pociones que contienen un líquido rojizo en su interior y por último un sombrero.


Ezren se concentró en los objetos hallados en el cofre y percibió un aura débil alrededor de la espada, el sombrero, la varita y las pociones. Gracias a las anotaciones en su libro de conjuros y una revisión concienzuda, pudo identificar los objetos como una espada “hieregoblins”, un sombrero de disfraz y por último, una varita y dos pociones de curación.


Kyra, examinó los colgantes con cáscara del huevo que llevaban los kobolds. Intentó persuadir a los demás para que se pusieran uno de los colgantes, sin embargo, solo Valeros lo hizo. Merisiel, con cautela, avanzó hacia la siguiente estancia, donde descubrió a un dragón verde de tamaño mediano deambulando por la caverna.

Los héroes decidieron regresar a la parte superior de la pescadería para informar a Tamily sobre la muerte de los kobolds y la presencia del joven dragón verde bajo el pueblo. La pescadera pagó las 10 monedas de oro a los héroes por sus servicios. No obstante, les suplicó que acabaran con el dragón, ya que ahora no había nadie para alimentarlo con el pescado de sus barriles, y la bestia buscaría el alimento en el exterior, lo que supondría un grave problema para el pueblo de Otari...



Espero que os guste nuestra aventura,

Un saludo a tod@s

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