Campaña de DRAGON AGE en el club ARS LUDICA. Sesión 28 El espejo mágico

Hola, amig@s de albinusrol, hoy continuamos nuestra serie de entradas dedicadas a la Campaña del juego de rol DRAGON AGE, la cual he dirigido en el Club ARS LUDICA junto a mis compañeros Dani "Danpe", Fede "Scarver", Francisco "Telmo" y Alejandro. Me gustaría compartir con tod@s vosotr@s el resumen de cada sesión y mis técnicas e ideas que he utilizado para las partidas como director de juego.


Preparación y dirección de la sesión de Dragon Age el juego de rol

En primer lugar, sí queréis saber más de este juego, os recuerdo que nuestro compañero Fede "Scarver" nos dejó dos reseñas en el blog: Dragon Age. Caja básica. Manual del jugador y Dragon Age. Caja básica. Manual del director del juegoAdemás, en albinusrol hemos jugado la partida La Maldición dalishana en youtube.



Como bien sabéis, en la sesión 27, los héroes descendieron una planta y se enfrentaron a unos cadáveres devoradores que protegían la tumba del arquitecto Larus, el constructor del túmulo tevinteriano. Además, Burul y Jarley despertaron al cadáver colérico del arquitecto que estuvo a punto de asfixiar al mercenario qunari. Por último, los héroes se encerraron en la sala de la tumba de Larus para curarse y descansar. Allí encontraron algunas pociones útiles, un libro de la historia de imperio y monedas de oro, plata y cobre.

Desarrollo del Túmulo Tevinteriano de Aristan el Grande

En esta sesión, los héroes explorarán el resto de estancias de la primera planta subterránea del túmulo de Aristan. Sí, recordáis terminaron en la última partida dentro de la tumba de Larus. Mi objetivo es seguir sacando muertos vivientes del pozo mágico de la saga octogonal hasta que consigan cerrarlo o suprimir su poder.

A continuación, tendrán que explorar la estancia principal de este sótano, con un techo de doce metros de alto, decorado con columnas de estilo tevinteriano y varias estatuas con forma de gárgolas que les recordarán a los engendros tenebrosos. Al este habrá una puerta de bronce cerrada con llave, mientras que al oeste y al sur verán unas escaleras que descienden hacia la oscuridad. Las escaleras del lado occidental tendrán los peldaños desgastados y si iluminan el camino, descubrirán que una sección está destruida. Se podrá cruzar de un salto poderoso para no caer a la profundidad, donde podrán percibir el sonido de agua en movimiento. Tirada de FUE (Saltar) CD 17 para evitar caer al río subterráneo recibiendo 3d6 daño penetrante y tirar CON (Nadar) CD 15 para mantenerse a flote o perder 1d6 daño penetrante por ahogamiento. Se tienen que realizar 8 tiradas con éxito para llegar a un pequeño islote subterráneo perdido en la profundidad. Al fondo de la estancia, junto a la escalera sur, hay cuatro sarcófagos que guardan los restos de los guardianes del Comandante Aristan. Si los héroes deciden abrir las tumbas, de los cadáveres putrefactos, surgirán cuatro sombras que se enfrentarán a los héroes.


La puerta de bronce les conducirá a una pequeña sala de techo muy bajo (1,20 metros), donde encontrarán un espejo de bronce ornamentado encajado en el suelo y en el techo. El objeto irradiará una antigua magia residual y, en lugar de cristal, tendrá una superficie líquida que se podrá traspasar con facilidad. Si alguno de los héroes cruza el portal, tendrá una sensación de euforia y rememorará momentos del pasado. Además, recuperará 1d6 puntos de vida y maná. Sin embargo, no sabrán que se trata de un Portal de Clonación: Si un personaje cruza el portal, será clonado de inmediato. Su clon aparecerá en una sala concreta del túmulo. Desde el momento de su aparición, su misión no será otra que la de encontrar a su alter ego y eliminarlo para sustituirlo. El clon estará ataviado con las mismas vestimentas y armado con armas análogas. El clon siempre poseerá el alineamiento inverso del ser copiado.


En las próximas sesiones seguiremos desgranando este complejo funerario con el resto de las salas que componen la construcción y los peligros que acechan a nuestro grupo de valerosos héroes.

Resumen de la sesión de nuestra campaña de Dragón Age el juego de rol

En esta nueva sesión los héroes consiguieron taponar el pozo mágico para evitar que más muertos vivientes se arrastraran hacia ellos. Además, descubrieron un espejo ornamentado de gran poder que les hizo revivir momentos de felicidad cuando atravesaron su líquida superficie. Por último, en la estancia más grande de esa planta del túmulo, se enfrentaron a cuatro criaturas de la sombra que protegían los sarcófagos de los héroes guardianes del Comandante Aristan. A continuación os dejo el resumen de esta sesión 28:

Los héroes descansaban en la cámara mortuoria del arquitecto Larus, cuya figura yacía inerte en un rincón sombrío. Telmo, perspicaz como siempre, notó que a través de la hendidura inferior de la puerta se colaba agua sucia de la sala del pozo. Con presteza, alertó a sus compañeros de la amenaza inminente. Burul desbloqueó la puerta con su llave, revelando un pasillo iluminado por la llama del pebetero que portaba la estatua femenina. Por fortuna, Telmo distinguió el gemido de un cadáver devorador en la sala del pozo, que arrastraba sus pies hacia el pasillo.


Jarley, aun dentro del cuarto, sugirió cerrar el hueco para evitar ser perseguidos por los muertos vivientes de esta planta. Burul, al adentrarse en la sala, se topó con la imponente tapa de la tumba de Larus y concibió la idea de emplearla para sellar el pozo mágico. Mientras Euphraty, que estaba en el pasillo, determinó la posición del muerto viviente gracias a su sigilo. Burul y Telmo, a base de hachazos y espadazos, derrotaron fácilmente al muerto viviente. Acto seguido, trasladaron la pesada tapa de piedra y cerraron el pozo mágico, poniendo fin al flujo de agua contaminada.


Los héroes se dirigieron luego hacia la vasta sala que Euphraty y Telmo habían explorado previamente antes de enfrentarse a los cadáveres devoradores. La grandiosa cámara exhibía una estructura elevada a más de 12 metros, sostenida por columnas de estilo tevinteriano. Entre las rocas de las paredes, filtraciones de agua formaban charcos en el suelo. En el centro, varias estatuas de gárgolas, con semblantes que les recordaban a los engendros tenebrosos, sostenían pebeteros de bronce con luces azuladas, que bañaban la estancia en una misteriosa penumbra.

Al este, una puerta de bronce cerrada con llave se alzaba imponente, mientras que, al oeste y al sur, escaleras descendían hacia la oscuridad. Jarley examinó la escalinata occidental y notó que los peldaños mostraban signos de considerable desgaste, con una sección destrozada a mitad de camino. Burul, sopesó la posibilidad de un salto audaz para atravesar el vacío, pero al lanzar una piedra confirmó la presencia de un río subterráneo tras una caída pronunciada. Decidieron explorar otras alternativas. En el extremo sur de la sala, junto a la escalera, cuatro sarcófagos resguardaban los restos de los guardianes del Comandante Aristan.


Tras debatirlo unos instantes, los héroes optaron por desvelar el misterio que se ocultaba detrás de la puerta oriental de la sala, sirviéndose del manojo de llaves que transportaba Burul en su cinto. Al abrir la puerta, se encontraron con un angosto pasillo de 1,20 metros de altura, que resplandecía con un brillo notable. Este conducía a una estancia cuyas paredes, al igual que el pasillo, estaban talladas en piedra pulida. La sala albergaba un único y monumental espejo de bronce ornamentado, encajado en el suelo y el techo. La superficie, lejos de ser convencional, emanaba una antigua magia residual, presentando una extraña sustancia líquida en lugar del cristal habitual.


Jarley, movido por la curiosidad, ató una cuerda a su cintura antes de examinar de forma exhaustiva el espejo. Gracias a sus conocimientos de la Torre del Círculo, identificó su antigüedad y poder, remontándose probablemente a la Primera Edad. Animado por la magia de la estancia, tocó la extraña superficie líquida y, al atravesar el portal, experimentó un inmenso poder que recuperó toda la magia que había gastado en el reciente combate. Sus compañeros, atónitos, lo vieron desaparecer un instante y reaparecer ileso al otro lado del espejo. El joven mago compartió con entusiasmo las sorprendentes sensaciones de su travesía.

Motivados por la positiva experiencia de Jarley, los demás héroes también interactuaron con el espejo. Burul revivió sus días como guerrero qunari, recordando su perseverancia y ferocidad. Telmo sintió la vibrante cadencia de las hojas en el bosque, los tonos marrones de la madera de Logerswold, y el inconfundible aroma de su amada orlesiana Sigrid. Euphraty, evocó su infancia, las majestuosas arboledas y el suave traqueteo de los carromatos élficos cruzando el frondoso bosque de Brecilia.


Sin embargo, la maravilla de este fenómeno solo permitía un viaje, pues al intentar cruzar nuevamente, la superficie del espejo se volvió sólida, y Jarley recibió un toque de realidad en forma de un buen golpe en la cabeza. Decidieron cerrar la puerta y, más adelante, considerarían la posibilidad de extraer el fascinante espejo del túmulo, ya sea para venderlo o conservarlo.

Burul, en su afán de exploración, optó por abrir una de las tumbas que custodiaban los restos de los héroes guardianes de Aristan. Encontró un cadáver momificado con una brillante barra de metal entre sus huesudos y rígidos dedos. Al extraer el lingote de la tumba, la tenue luz azulada de los pebeteros se transformó en un parpadeo rojizo de alerta. De las cuatro columnas centrales emergieron sombras etéreas que rodearon a los héroes con una velocidad asombrosa.


Estas oscuras criaturas, con un simple toque, absorbían la esencia vital de sus oponentes, penetrando incluso sus armaduras. A pesar de ello, las armas de los héroes lograban infligir daño a estos seres, atravesando tanto sus etéreos ropajes como su oscura esencia. En un momento del combate, una de las sombras desató un vórtice que absorbió la energía vital de los cuatro héroes. Telmo, valiéndose de su hacha, Jarley con su brazo invernal, Euphraty con su arco y Burul con su formidable espada, se enfrentaron a estas oscuras criaturas. Tras una encarnizada lucha, la última sombra emitió un aullido de agonía mientras se desvanecía en la oscuridad. En ese momento, la luz retornó a su tono azulado, permitiéndoles abrir el resto de las tumbas. Cada uno obtuvo un lingote de oro tevinteriano, que probablemente tendría un magnífico valor de mercado en cualquier gran ciudad.


¿Qué poderes tiene el espejo de bronce ornamentado, además de rememorar momentos de felicidad?, ¿Cuántas trampas encontrarán los héroes en el túmulo tevinteriano?, ¿Por qué enterraron a los cuatro guardianes del Comandante Aristan con un enorme lingote de oro?... Estás y más preguntas deberán tener respuesta en futuras sesiones.

Espero que os guste nuestra campaña,

Un saludo a tod@s

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